19610217
Roma, 17 de febrero de 1961
Queridos:
Me angustia hoy particularmente la falta de tiempo. No puedo escribiros la carta gustosa que me habría complacido redactar ahora. Las cartas, la gente, estos trabajos secundarios de corrección y copias… Esta mañana me han telefoneado de Milán. Mondadori deseaba Lenguaje y Poesía. ¡Demasiado tarde! Lo tiene ya Lerici. Pero Mondadori publicará en una preciosa colección la “Le Silerchie” —un tomito con dos ensayos: Alonso Quijano… y “Ticknor”! Es una amabilidad de Debenedetti. Le escribí una carta agradeciéndole la invitación a Crotone. Anteayer me pidió permiso para publicar en Paese Sera esa carta, modestísima, pero la mejor que se ha escrito sobre el Premio Crotone. Non esagieramo! He firmado el contrato con Limes, esta mañana también —para Federico en Persona. ¡Esta comedia literaria! Me divierte, me sonrío, me anima.
Estos días han sido de intensa mondanité ¡como si estuviéramos en Cambridge! Anoche, cena fría —a la americana— en casa de una pintora. Hablamos con Moravia, Elsa Morante, Guttuso, etc., etc. Guttuso, buen pintor, comunista, siciliano, discutió violentamente con la Morante (la mujer de Moravia) llamando a la UN y a los Estados Unidos “asesinos”, por lo de Lumumba. ¡Sin explicación excesiva! Claro que lo del Congo es algo muy feo. Goytisolo se ha movido mucho estos días en Roma. ¡Somos amigos! No vi a Castellet, también por aquí. En otra casa estuvimos con Chiaramonte, con Garosci —liberales y antifranquistas—. Vino a visitarme la otra noche mi amigo jesuita el padre Alonso Schökel. Y mientras tanto, Irene copia y yo corrijo. Y escribo cartas, cartas. ¡Siempre atrasado! Sin tiempo, sin tiempo suficiente. ¿Qué hacer? Irene ha recibido una carta de Ronchi. Dificultad: el cuarto para una persona. “Antó”: ya os escribirá. Y está aquí Ivar Ivask. Encantador. Y… vegetariano. En casa de Arciniegas cenamos el jueves. Qué ganas de veros a vosotros. Besos y abrazos.
Jorge.