19621122
Roma, 22 de noviembre de 1962
(¡Thanksgiving!)
Queridos todos:
Comeréis pavo con el Uncle Harry y los suyos en este día, mientras que nosotros continuaremos con los diarios spaghetti. Hace frío o llueve bastante en Roma, y esto se ha unido a un doble catarro, ––de Irene y de servidor para disminuir un poco la frecuencia de nuestras visitas. Vimos a Angela Bianchini, modestamente muy contenta con el éxito —franco— de su libro. Hoy cenamos con Clotilde Marghieri; ayer comimos con Elena Croce, vivacísima, muy amable con nosotros. (Acababa de regalarle Lenguaje y Poesía y de escribirle una carta sobre sus Ricordi familiari, librito en que traza muy bien el retrato de su padre). Dos hijos se le casan ahora a Elena. (“Il nonno” repetía la muchacha, encantadora). Pues al nono se le festeja ahora, décimo aniversario de su muerte. El domingo por la mañana asistiremos al teatro Eliseo, donde se pronunciaron discursos en honor de Croce —entre ellos, uno de Montale. Ayer visité a Mozza —conte Umberto Mozza— también gran “liberale di sinistra”, a quien llevé un libro del amigo portugués Lacerda. Hemos visto también a la familia, Ottavia, Giancarlo, a otras personas más, los Cacciatore, Biagio Marniti. De espectáculos, sólo una magnífica exposición mexicana. Cordiales recuerdos a Alastair Reed. Por cierto, no sé nada de Di Giovanni, ni de la Antología que debía aparecer ahora. Aunque me fue muy difícil leer la carta de Anita, la comprendí toda. Pienso en Isabel y en Antó “que son muy ricos”, claro. Steve: mañana veré a Samoná. Hablaremos de ti.
Besos, abrazos, Vuestro
Jorge
Seguiremos en Roma hasta el 29 o 30.