19660701
Nerja, 1 de julio de 1966
Teresa, hija, querido Steve:
Estamos ansiosos de vuestras noticias. Sabemos poco de esos nietos. ¿Qué es de Anita? Aquí, va todo marchando bien. Ayer quedó “cerrado el trato” del piso. Irene había visitado antes varias casas, sola o acompañada por alguno de nuestros amigos literatos. La visita decisiva fue la de ayer. Elfie y Claudie, Irene y yo coincidimos sin la menor duda en que el piso deseable era aquel de la “tercera planta” —así dicen en Málaga— de un inmueble nuevo, novísimo, perteneciente a un señor belga de Bruselas. La situación es para nosotros la mejor posible. Paseo Marítimo: esa lengua de tierra entre el mar y el puerto, barrio nuevo y agradable. Había otro piso más pequeño y más barato en el piso doce del mismo “bloque”. No hubo vacilación. Escogimos el piso del 3º. Pequeño, luminoso, limpio. ¡Allí cabrán algunos de los libros que ya no caben en Gray Gardens! Precio: 575.000 pesetas. Adelanté 20.000 de arras. ¡Quedan algunas pesetas más en Valladolid! —según me confirmó José recientemente. Toda la operación será llevada por “mi abogado”, Alfonso Canales, excelente amigo poeta. (Acaba de publicarle un libro de poesía la Revista de Occidente). Da la casualidad que también Canales es el abogado del señor belga. Y más tarde aquí haré —¡Dios mío!— el oportuno testamento, asesorado por el abogado amigo. Todos nos decíamos: “¿Qué habría dicho Teresa?”. “A Teresa le parecerá bien”. ¡Os echamos de menos!
Tuvimos en Málaga una comida-comilona con los amigos literatos. Claudie trabaja. Hoy ha ido a Málaga a consecuencia de otro telegrama de Roy. Tiene que enviar esto, o lo otro, o lo de más allá antes del 5 de julio. Ayer pasó por aquí Ángel Guillén. Hoy o mañana llegan los Lorca.
Abrazos: Besos a las preciosas nietas. ¿Y Antó?
Vuestro,
Jorge