19701114

 

Málaga, lunes 14 de noviembre de 1970

 

Queridos:

Llegó tu carta, Teresa, cuando estaban en casa, hacia el mediodía, Claudie y Elfie. Leí el texto en alta voz. Va a ser estupendo que estéis aquí vosotros, los de Cambridge. Lo pienso —y me emociono.

Alan en Egipto. ¡Esta familia! Antó, casa nueva y preocupación universitaria. Isabel, trabajando. Anita… ¡Qué ganas de charlar con esa alumna de Harvard! Le agradecimos mucho a Steve que nos mandara aquel paquete de documentos epistolares. Claudie está contento de sus clases en la Universidad. Los alumnos parecen muy interesados. Salió en la televisión leyendo mi breve paper en el Homenaje a Picasso de los poetas. (Ya os conté que vino Alberti a vernos. Como siempre, atento, cariñoso, magnífico de cana cabellera).

De México no he tenido nuevas noticias. Parece ser que dos enviados mexicanos vendrán hasta Málaga, hasta esta casa.

Bueno, ¡basta basta! La insistencia sería peligrosa…

Irene se siente muy cansada; tuvo presión más alta; pero vamos ya a una mayor serenidad. ¡Ha trabajado tanto todo este año! Necesita más ayuda en casa, y la tendrá.

Yo estoy atascadillo —como si preparase unas oposiciones… Estoy repasando el manuscrito de Homenaje —antigua copia— que Barral reclama para publicar el tercer volumen de esa serie Aire Nuestro. He escrito un poema —no breve— sobre Vicente Aleixandre para el inminente homenaje de Ínsula. Ya están copiando el discursito de Roma, que leerá Claudie. (Saldrá el 7 de diciembre. Regresará el 11). Todos estos trabajos nos demuestran que estoy mejor.

Salgo ahora cada día: un paseíllo corto con Irene. Me siento más ágil. Hay visitantes por la tarde. Hay correo. Lo que más me importa: ¡Que estén aquí los míos!

(¡Cuánto nos habría divertido ver a Anita en la obra de Shaw!).

(Escribe a Claudie a esta misma dirección nuestra).

Peso 66: ¡peso estable! Eso es lo que hace falta: la estabilidad.

Abrazos para los tres de vuestro

Jorge

 

Todo visiblemente mucho mejor. El peso va bien así. Dentro de unos días se terminará también la cortisona por boca. Veremos entonces lo que pasará. Habrá que tener mucho ojo en ese período.

Si fuese posible, os agradeceríamos traer el abrigo de entretiempo de tu padre, Teresa, que le hicieron en Florencia (gris, con rayas), no habíamos previsto la posibilidad de pasar estos meses en Málaga.

No sé qué quiere decir tu padre con una mayor ayuda en casa: Toñi basta y sobra. Mi tensión, que llegó a 200 antes de ayer, es puramente emocional. La cuido con muchas píldoras y bajará. El cansancio también [depende de] exceso continuo de atención y preocupaciones varias en perpetua lucha con una siempre mejor memoria. ¡Ay el tiempo que pasa! Como dice el Poeta.

Os esperamos, os sentimos cerca. Mañana me sacarán un diente y pueden ser dos. Sonrisa estropeada para vuestra llegada…