19820228
Málaga, domingo 28 de febrero de 1982
Teresa, hija:
Respondo a tu carta del 19 de este aún febrero. Pues señor, he padecido gripe durante varios días con fiebre decreciente. Me cansó. Ya paró.
Adjunto algún recorte más. Hasta ahora no ha salido crítica del nuevo libro. Solo juicios privados de amigos, favorables.
Esta mañana dimos Irene y yo el habitual paseo por esta orilla. Un sol de verano, una luz increíble… En esta dirección Málaga no tiene precio.
Pasó varios días, y no todos gratos, Rica Brown, en tu casa de Nerja. La mala suerte quiso que sufriéramos entonces mal tiempo. Claro que Irene sobre todo atendió mucho a Rica, proporcionándole calefacción, y facilitando su visita a esta casa en taxi. Ella, Rica, trabaja sobre Christopher Hall. Dice que Trinita no se encuentra bien. (Yo no renuncio a escribir alguna página sobre este gran amigo).
Tengo que escribir —me lo han pedido— sobre Ortega. Y sobre Ignacio Prat, cuyo final repentino ha conmovido a mucha gente. La Prensa le ha dedicado mucha más atención de lo que él habría podido imaginar.
Nos encantó lo que me cuentas de Patrick y Michael. Todos los biznietos, los cuatro, son preciosos. Nos dolió mucho, naturalmente, el fallecimiento de Alicia Catalán. Comprendo —otra historia— que piense vivir en Barcelona Gabriel Jacksons.
Espero que Isabel vaya moderando esa tensión febril que iba poniendo en el ejercicio de su abogacía. Y la pobre Anita —todos mis nietos son encantadores— tiene que trabajar demasiado en su “empleo”. Ya estamos soñando que los recientes esposos vendrán de Italia a esta Costa del Sol.
De Claudie hemos tenido noticias —por Yelena— de sus conferencias en Duque University. Creo que está concluyendo el prólogo de los estudios críticos de Paco (García Lorca). Pero yo no le digo nada, porque conozco sus reacciones instintivas.
Hemos tenido malas noticias de José, mi hermano, por María Elisa. Muy avanzada la arteriosclerosis con un tumor. José ya no recuerda ni su nombre. Esta noche llegará Leónides a Torremolinos. Él nos informará mañana sobre la situación. ¡Qué pena!
Hoy ha salido en El País una entrevista con Jaime Salinas, editor. Cariñoso conmigo e Irene. Adjunto el recorte. También el de Juvenal, cariñoso.
Os escribiré muy pronto con nuevas noticias.
Aparte me dirijo a Steve en otra hoja, otra carta.
Teresa, hija: ¿Cómo decir algo suficiente?… Besitos. Vuestro
Jorge
Querido Steve:
Supongo que ya os habrá llegado el número 421 de Ínsula —¡Diciembre de 1981!— con el precioso retrato de Raimundo Lida, y en la primera plana, el comienzo de vuestro artículo, “En la muerte de un maestro” tú y Márquez —y el homenaje —por decirlo así— mío.
El conjunto ha quedado bien impreso en la revista.
Me imagino que a Denah le habrá gustado esta presentación de Ínsula.
¿Cómo marcha tu nueva contribución sobre Cervantes? Lo que yo he leído me gusta muchísimo.
(Por cierto, aquella señora Doris Cross, que tradujo aquellas páginas sobre Fernando de Herrera, no conservó mi texto original. ¡Lo deploro!)
Hasta pronto. Un gran abrazo de vuestro
Jorge