19790321
Málaga, 21 de marzo de 1979
Queridos, los de Cambridge:
Primavera, todavía no del todo digna de Málaga. Yo he tenido visitas. Vino un excelente periodista de Barcelona, Lluis Permanyer, de La Vanguardia. Simpatizamos mucho con él. Vino una “clase” del Instituto Ángel Ganivet de Granada. Era una especie de “auditorio”, sobre todo femenino. Resultó alegre e interesante. Vino otra “clase” de un Instituto de aquí. Pretende llamarse “Emilio Prados”. Querían estudiar la poesía de J. G. La profesora, salmantina, me cayó muy bien. Por cierto, en Salamanca se publicará una reedición de mi edición del Cantar de Cantares comentado por Fray Luis. Todo por gestión del amigo “adicto” —Abad Nebot. Me gusta que sea en Salamanca. Eso me hace pensar en Barcelona. He sabido que probablemente Seix-Barral se hará cargo de “Barral Editores”, lo que hace probable la no lejana publicación de Y Otros Poemas. (Ya hemos terminado de preparar el manuscrito de la 2ª edición).
Vino Leónides —de una vitalidad sorprendente. (Pero solo, con frío, en su casa). Nos dio noticias de José. Me dieron mucha pena. Solo. No ve a nadie. El matrimonio se lleva mal. El 19, San José, hablé con mi hermano. Ay, Dios mío. Jesús y Maruja, bien.
(Y yo sigo adelante con Final).
Irene me ayuda más que nunca. ¡Tantas cosas que hacer en este pisito!
Tuvimos tres días en casa a Teresa Barcelonesa. ¡Cómo se hace querer esta criatura! Esta es la quinta vez que viene a vernos. Tan sencilla, natural, auténtica, seria. Profesora de Literatura Catalana y poetisa en catalán. Y muy adicta al poeta de Valladolid.
La situación general, bastante tranquila, excepto en el País Vasco. Serán muy pronto las elecciones municipales. Importantísimas. Es lo más franquista que todavía queda. Veremos.
Nos acordamos mucho de vosotros. Escribí otra vez a Pedro Sainz Rodríguez. Debería escribir a Antó. He escrito a Amorós, de la Fundación March. Vamos a ver si es posible esta otra beca. Se me acaba el papel. Esperamos a Claudie. (Él no ha escrito).
Abrazos, besos, bien distribuidos. Vuestro,
Jorge
Querida Teresa:
Imposible tomar la TWA Madrid-Lisboa-Azores-Boston, larga pero cómoda: suprimida la línea definitivamente. Nos queda la otra, Málaga-Madrid-New York (directa). Tú sabes, Teresa, las horas y las esperas: llegada a New York poco después de las 15, salida para Boston a las 20, si todo va bien. Tu padre sugiere: ¿no podría Teresa venir con el coche (el día antes digo yo, y pagando nosotros todos los gastos) y trasladarnos con el mismo directamente a Boston? Largo el camino, pero menos aburrido —tu padre estando detrás en silencio— de las tantas horas en el Kennedy, más el otro breve viaje hasta Boston y la nueva llegada y la aduana —al final, de pie, ya exhaustos… No sé qué decir. Piénsalo un poco por favor. Denah, recuerdo, hace o hacía con bastante desenvoltura este traslado con su vieja madre… Haremos lo que te parezca mejor. ¿Y si durmiéramos en un hotel de carretera como hicimos una vez con los Claudies? No sé, no sé. ¡Qué pesadez todo esto y no tener otra alternativa!
Tu padre, no del todo arreglado todavía de su último trastorno digestivo. Ha adelgazado un poco. La nueva prescripción de los nefrólogos (medio Urbason y 2 Seguril a días alternos) no le ha afectado mínimamente. José Luis considera espléndido su último análisis. En un par de semanas veremos otra vez cómo su organismo reacciona a esta reducción de medicamentos.
Voy esta mañana misma a reservar el avión para el 2 de mayo.
Abrazos para todos, esperando a Claudie: telefoneará desde Madrid sus planes para el Paseo Marítimo, me imagino.
Con afecto
Irene