19771102

Málaga, 2 de noviembre de 1977

 

Teresa, hija:

Aquí me tienes esperándote, esperándoos. Me siento y estoy mucho mejor. El peso continúa estable: 66. El problema es siempre la albúmina. Me sienta bien, no hay duda, la cortisona, ahora inyectada en dosis decrecientes un día sí y otro no. Trabajo más, circulo por casa. Si el día es bueno, nos damos un paseíto de un cuarto de hora por el Paseo Marítimo. Durante estas últimas jornadas ha hecho un tiempo magnífico. ¡Qué cielo, qué mar azul y sobre todo qué luz! Duermo mejor, como con apetito. Hay que seguir atentamente la disciplina médica.

En Málaga se ha celebrado el Homenaje a Picasso, organizado por el PC. El domingo hubo el homenaje de los poetas. Vino antes a vernos Alberti, de cabellera cana. Sereno, amable. Vino la otra mañana Gabriel Celaya con su mujer, muy vitales. El acto de los Poetas resultó muy bien. Claudie leyó las cuartillas que yo escribí. Se emocionó mucho. Y me lo comunicó por carta. Él, acatarrado, Elfie, agripada, en el otro piso, que les resulta muy cómodo. (Incompatibles con la cortisona). Irene les envió por mediación del Portero, ahora Palomo, un gran servicio alimenticio. Irene se ocupa y se preocupa por todo. Estoy deseando que lleguemos a una etapa de sosiego y serenidad.

Todavía no. Anoche me comunicaron desde México por teléfono que me habían concedido el Premio Alfonso Reyes. Y serán 200.000 pesos mexicanos. Como yo no puedo ir a México, ese mismo mes vendrá una persona oficial a entregarme el premio. ¡Es demasiado! Van a envidiarme estos queridos compatriotas.

Pronto escribiré a Isabel y Alan, y también a Benedicte y Antó. Dejo espacio para Irene. Pensamos en Steve y Anita. Os abraza a todos —y aparta, un momento, un gran abrazo a Patrick —y a Michel, otro,

Vuestro,

Jorge

 

Tu padre, Teresa, te lo ha dicho todo. Imposible la cuenta en orden del Carlos Haya. Tendremos este particular presente cuando… habrá [sic] que dar un consejo a un Residente en los U.S.A.

La otra cuenta (gota a gota, enfermera, cortisona, etc.,) la enviaremos cuando se acabe este período. Así como el cheque por el traslado al Saving Bank. ¿Irás do los Antó después de Santa Cruz? ¿Recibiste, por fin, la carta con todos los encargos? Abrazos. Te esperamos —os esperamos— con impaciencia.

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