19780119

 

Málaga, 19 de enero de 1978

 

Teresa, hija, querido Steve:

Dos palabras sobre la jornada de mi cumpleaños. Todo se desarrolló muy cordialmente. Estábamos contentos de haber vuelto a casa Irene y yo. Comimos Emilio, que llegó de Madrid con esta finalidad —acompañarnos— y, Elfie, Claudie, Irene y yo. La jornada, por supuesto, resultó fatigosa para mí*. Hoy, descansamos.

Claro que la “nefrosis” es crónica. Estaremos en relación constante con los médicos y enfermeras del Hospital. Lo mejor de todo es que los varios análisis de sangre no revelaron nada extraño a la “nefrosis”: noticia muy buena. Ahora se trata de organizar la medicación en casa —y por otra parte, ya trataré de sacar tiempo libre diariamente para seguir trabajando en mis diversos quehaceres: los que se refieren a “la obra en marcha”.

Hacía frío. Ahora ya menos frío. Nos gusta mucho esta casita a Irene y a mí. Ya he aceptado “la realidad tal cual”: el carácter crónico de esta enfermedad. Bueno, adelante. (Hoy llegó tu carta: lo de Miguel es espantoso. Pensamos mucho en esos nietos. Ayer llegaron las cartas de Antó, Benedicte, Anita. Les contestaré pronto).

Os quiere, os abrazo;

J: el Enfermo

 

 

* Innumerables las llamadas telefónicas y los telegramas. Hasta la Televisión habló del acontecimiento sacando una vieja entrevista presentada como nueva.