19650329

 

Florencia, 29 de marzo de 1965

 

Queridos todos:

Os escribo pensando con alegría que nuestra próxima comunicación será oral. Me siento impaciente por ver a Antó, a Isabel, a la niña de casi ocho años, al papi, a la mami… y a Elfie y a Claudie. Me siento impaciente por llegar a casa: ¡15 Gray Gardens West!

La serata del Premio tuvo una brillantez y una suntuosidad que no esperaba. Ha sido este San Luca el premio más “distinguido” entre los que me han tocado en suerte. Llevamos a casa la estatua de San Luca que me regalaron. Las enhorabuenas por el premio, combinadas con los dulces adioses, han venido a componer un cuadro conmovedor. Lo mejor de la fiesta fue la carta —preciosa— que Contini me envío, a punto ya de salir para América. Te lo digo, Teresa, pensando en la comida del 3 de abril. Y por eso os escribo hoy.

Llego —¡por ahora!— a las últimas cartas, las últimas ordenaciones, las últimas visitas. Esta tarde iremos a casa de Roberto Papi, iré al Paszkowski. Ayer estuvimos en casa de Elisa.

Quedamos, pues, en que de Nueva York nos iremos a Princeton, y desde allí os telefonearemos. ¡Nos hablaremos de viva voz! ¡Adiós, hasta muy pronto, Anita, Isabel, Antó, Steve, Teresa, adiós, adiós —con pañuelo! (Para Anita).

Abrazos. Besos,

Jorge e Irene