19730524

 

Florencia, 24 de mayo de 1973

 

Queridos:

Vuelvo a ese plural porque me figuro que Steve ha regresado ya a Madrid. Escribo hoy para que esta carta le llegue a mi señora hija antes de su traslado a Nerja. Esperamos a los Richards. ¡Mis dos preciosas nietas en Italia! (Recibimos la carta de Anita, tan satisfactoria). En cuanto a nuestros planes, helos aquí: saldremos el viernes 15 de junio —en tren— para Génova —donde nos embarcaremos el 17 en un barco tunecino de “croisière” —que se detendrá en Palma y nos dejará en Málaga el 19 o 20. Os enviaremos las fechas y hora con precisión. Irene ha renunciado a Roma por falta de tiempo suficiente. Hablará por teléfono con varias personas, etc.

Florencia. El jueves pasado se celebró una especie de “homenaje” en la Universidad, en la clase de Macrì, con asistencia de alumnos y algunos profesores. Bigongiari; Baldi; Paoli; etc., etc. Habló Macrì. Dio una breve conferencia Ramat, joven crítico de poesía italiana (“para que todo no fuese sobre hispanistas”), hablé yo y sobre todo contesté con la debida vivacidad a preguntas de alumnos y alumnas. Resultó el acto “cordial, animado”. “¡Qué joven, qué joven está!” —decían. Sí, sí, —cada día con más sueño por la noche. Pero, en fin, aquí estamos.

Comimos en casa de los Plaza con Justino Azcárate y su mujer, personas encantadoras. ¡Aquella gran familia liberal española! Otro día comimos con el nieto de Valera, Serrat Valera, ahora en Estambul. Contini me dijo que había visto a Steve en Madrid. Asisto a la tertulia del café, donde veo sobre todo a profesores. Supongo que Steve habrá recibido la carta que le dirigí a Gray Gardens. ¿Qué pasa en Cambridge? Abrazos a todos. Besos a la nieta y a su madre

Jorge

 

Tu padre está muy bien aquí y goza mucho de Florencia. Puede ir solo por aquí y por allá, a ver a los amigos de la tertulia, las librerías etc. Pero… con los tiempos que corren no me atrevo a dejarlo solo y Roma sería verdaderamente un tour de force. Hasta pronto. Esperamos a los jóvenes. Un abrazo para todos

Irene