19650101
Florencia, 1 de enero de 1965
Queridos todos:
Esta es, naturalmente, mi primera carta del año nuevo. ¡Auguri! Os seguimos con el pensamiento, calculando siempre la diferencia de seis horas.
He aquí la pequeña crónica de estas navidades. En casa de los Santoli saludamos a los recién casados señores de Terni. Él, Clemente, un poquito lánguido. Ella, Elisa, encantadora; se ve que es ella quien dirige aquella barca. La comida de Navidad se nos ofreció en casa de los Bigongiari, amabilísimos con nosotros. Estaba la familia, los padres, los Macrì y nosotros. (Elena, la de Bigongiari, quiere festejar —ha dicho a Irene— mi cumpleaños. ¡Setenta y dos!). El día 28 festejamos in mente a mi señora hija. (¿Llegó a tiempo el telegrama?). Anoche, recibimos al Año Nuevo, copa en mano, con Roberto Papi, sus hijas, los jóvenes amigos de las hijas, algunas otras personas y Montale. El buffet, soberbio; la alegría moderada. (Contraste: por la tarde habíamos visitado a la señora Natoli. Su marido, el profesor de francés, simpatiquísimo —lo conocía Claudie— ha muerto hace unas semanas, tras una horrible enfermedad de cuatro años).
Hemos escrito bastantes —no muchas— christmas cards. Recibimos un telegrama de Claudie y Elfie el 25. Ayer llegó una postal de Ivar Ivask y Claudie, escrita en un bar de Nueva York. Por supuesto, de Ivar Ivask ya había recibido, como todos los años, el regalo de Navidad: esta vez, un libro sobre Berthe Morisot. Terminé el año viejo y comencé el nuevo corrigiendo las pruebas de la Antología de Gredos. Saldrá antes que la de Boston. Esta tarde vamos a casa —in campagna— de un señor alemán, David, profesor de Historia del Arte, personalidad modesta. (Escribí a Steiner). (De Emilio no logro respuesta. ¡Sigo, pues, sin heredar! Todo es aún hipótesis. Será Emilio quien dé realidad al asunto). Nos sorprendió un telegrama de Nápoles, firmado: Plaza. Están los tres Plazas de Venezuela en este país; nos visitarán pronto. Macrì sigue traduciendo Cántico. Esta historia sería larga y dramática. Todo su trabajo marcha bien y lentamente. Se me olvidó deciros que vuestra amiga belga, Elsa Dehennin-Galle, está dando un curso en la Universidad de Bruselas sobre Cántico. Se me acaba el papel. ¿Cómo sigue la señora Weintraub?
Abrazos y auguri especialísimos a Margot.
Se os quiere,
Jorge
Felicidades. Os mandaré pronto unas fotos. ¿Las vuestras?
Abrazos y besos,
Irene