19590216
Catania, lunes 16 de febrero de 1959
Queridos todos:
Por fin he venido a Catania, en avión —dos horas— ayer domingo. A mi lado, el asiento estaba vacío y pensaba ¡el asiento de Antó! Fui al Etna en excursión, ayer mañana, hablé con unos y con otros, y por la noche, en el Hotel Excelsior —donde nos hospedamos— se celebró la fiesta del Premio. Aplausos, fotos, dedicatorias… Hablé en italiano (texto que preparé con un “colega”) y en español. Se leyeron tres de los poemas traducidos por Montale. (Por la tarde hice, “representé”, una entrevista para la Televisión: ejercicio largo y minucioso —que luego se condensa en un minuto y medio—). Y recibí el sobre con “Vale por un millón”. Esta mañana he hecho que se modifique el cheque para que lo pueda cobrar en Florencia. Aquí, en el Hotel, termina todo, es decir, la estancia pagada, ahora al mediodía. Hay tantas cosas que ver en Sicilia que no se pueden precipitar las excursiones en pocas jornadas. Además, tengo que volver a Roma para celebrar la otra fiesta en la librería; lo de Catania sólo había obligado a aplazarlo. Me voy, pues, a Taormina, que visitaré, y de allí a Roma.
Todo el mundo está amabilísimo. El director del Banco del Lavoro, a donde fui con mi cheque, me llevó al café, me hizo probar los dulces especialidades del país, me regaló un paquete de esos dulces.
Y todo eso, por los versitos… Abrazos, besos.
Jorge.